El retorno a una portada de un nombre tan legendario emociona aunque uno sepa que va a ser objeto de linchamiento para aquellos que consideran que segundas partes nunca fueron buenas. Sin embargo, todo ese chismorreo tan inevitable como innecesario nada tiene que ver con el propio contenido sonoro y de letras de un disco con entidad propia. No pienso caer en la trampa, un verso que bien pudiera ser de los Nacha. Sólo quiero señalar que este disco u otro, quién sabe, estaba previsto grabarlo antes de que la muerte de Antonio lo truncara, tras la gira de reunión y por eso luce en alguno de los surcos de este Efecto Inmediato su guitarra grabada a fuego por el mayor de ambos primos, fundadores de la banda de power pop más grande de toda nuestra historia.